miércoles, 18 de mayo de 2011

Dale a Dios lo mejor

Deuteronomio 26:1-11


1 Y será que, cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y la poseyeres, y habitares en ella; 2 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos de la tierra, que sacares de tu tierra que Jehová tu Dios te da, y lo pondrás en un canastillo, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre. 3 Y llegarás al sacerdote que fuere en aquellos días, y le dirás: Reconozco hoy a Jehová tu Dios que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos había de dar. 4 Y el sacerdote tomará el canastillo de tu mano, y lo pondrá delante del altar de Jehová tu Dios. 5 Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y peregrinó allá con pocos hombres, y allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. 6 Y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. 7 Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y oyó Jehová nuestra voz, y vio nuestra aflicción, y nuestro trabajo, y nuestra opresión. 8 Y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, y con brazo extendido, y con grande espanto, y con señales y con milagros: 9 y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel. 10 Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios. 11 Y te alegrarás con todo el bien que Jehová tu Dios te hubiere dado a ti y a tu casa, tú y el levita, y el extranjero que está en medio de ti.
Todo lo que recibimos viene de manos del señor, es por eso que vivimos en constante gratitud hacia Él. Cuando damos primicias a Dios, declaramos que el es dueño de todo y que solo Él tiene control de la vida, muerte, alegrías, tristezas, etc.




Imagen:derechos de autor

Deuteronomio 8:18

Antes acuérdate de Jehová tu Dios; porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Debemos ofrendar a Dios con gratitud y amor. Cuando Israel entregaba las ofrendas en Canaán, recordaba con gratitud la obra redentora de Dios en el Éxodo.

Nunca des por necesidad o ¿tu le pagas a tu padre para que te de comer? que tal si en lugar de pagarle, ¿Lo concientes?. Eso es lo que debemos hacer con Dios desarrollar una relación profunda con Él.


Reflexión

  • ¿Cuál es la actitud de mi corazón al ofrendar?
  • Cuando Dios mira mi corazón, ¿Puede ver mi amor y gratitud a Él?
  • Yo doy ¿Por qué Necesito?, o ¿Por amor y gratitud?

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